La lucha contra la pobreza energética: un esfuerzo necesariamente conjunto
El acceso a la energía es un derecho fundamental, pero en México, el 36.7% de los hogares sufre pobreza energética, lo que significa que alrededor de 46.6 millones de personas no tienen acceso pleno a energéticos de calidad.
El 5 de febrero de 2025, el Senado de la República recibió un paquete de iniciativas en materia energética enviadas por la Presidenta de la República, que incluyen:
✅ Ley de la empresa pública del Estado Petróleos Mexicanos
✅ Ley de la empresa pública del Estado Comisión Federal de Electricidad
✅ Ley de planeación y transición energética
✅ Ley del sector eléctrico
✅ Ley del sector hidrocarburos
✅ Ley de la Comisión Nacional de Energía
La Secretaria de Energía, Luz Elena González Escobar, destacó que, con las leyes secundarias de la reforma energética, se garantizará la soberanía energética del país y se reconocerá por primera vez el concepto de justicia energética para reducir desigualdades en el acceso y uso de la energía. Además, se crearán dos mecanismos clave para la coordinación energética:
🔹 Sistema Nacional de Información Energética
🔹 Consejo de Planeación Energética
Estos cambios representan una oportunidad histórica para atender a la población más vulnerable y reducir la brecha energética en el país. Sin embargo, para que la transición energética sea justa y sostenible, es fundamental abordar la pobreza energética desde una perspectiva integral e inclusiva.
Justicia energética: un reto inaplazable
En el Policy Brief “La lucha contra la pobreza energética, un esfuerzo necesariamente conjunto”, Miguel Ángel Covián, Director General de Sostenibilidad Global, destaca la urgencia de adoptar políticas públicas que garanticen la equidad en el acceso a la energía. Este documento analiza el reciente paquete de reformas energéticas presentado en el Senado de la República, el cual incluye la creación de un Sistema Nacional de Información Energética y un Consejo de Planeación Energética para coordinar esfuerzos en la reducción de desigualdades en el sector.
La pobreza energética debe abordarse desde un enfoque integral. Esto implica garantizar que todas las personas puedan satisfacer sus necesidades energéticas básicas, desde la iluminación hasta la refrigeración, pero también asegurar que este acceso sea limpio, seguro y sostenible.
Energías renovables y descentralización: claves para una transición justa
El cambio climático agrava la pobreza energética. Las olas de calor extremas aumentan la demanda de electricidad y ponen en riesgo a quienes no tienen acceso a sistemas de refrigeración. En este contexto, Covián resalta la importancia de la generación distribuida y el uso de energías renovables, como la solar y la eólica, para democratizar el acceso a la energía y reducir la dependencia de redes eléctricas frágiles.
Las soluciones descentralizadas, como los paneles solares comunitarios, pueden proporcionar autonomía energética a comunidades vulnerables, reduciendo costos y minimizando el impacto ambiental. Asegurar la electrificación sostenible del país no solo implica ampliar la cobertura eléctrica, sino también integrar criterios de resiliencia climática y eficiencia energética.
Un desafío que nos involucra a todos
Superar la pobreza energética en México no es una tarea exclusiva del gobierno. Requiere un esfuerzo conjunto entre los sectores público y privado, la sociedad civil y las comunidades afectadas. La transición energética debe basarse en un modelo de justicia energética, donde el acceso equitativo a la energía sea una prioridad.
En Sostenibilidad Global, creemos firmemente que garantizar la energía para todos es un derecho y un pilar fundamental para el desarrollo humano y económico. Apostemos por soluciones sostenibles, por políticas inclusivas y por acciones concretas que aseguren un futuro más justo y limpio para las próximas generaciones.
Policy Brief
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